El pájaro mielero regente de Australia tiene problemas: está perdiendo su canto. Aunque la especie abundaba, ahora quedan solo 300; y al quedar tan pocos de los cuales aprender, los machos están olvidando su canto particular y no pueden atraer a las hembras.

Felizmente, los conservacionistas tienen un plan para rescatarlos: cantarles. O más precisamente, reproducirles el canto de otros mieleros para que reaprendan su canto de corazón. Cuando los machos lo recuperen y vuelvan a atraer a las hembras, se espera que la especie se reproduzca.

El profeta Sofonías se dirigió a un pueblo en problemas. Frente a tanta corrupción, anunció que el juicio de Dios vendría (Sofonías 3:1-8). Cuando el juicio llegó en forma de exilio, el pueblo perdió su canto (Salmo 137:4). Pero Sofonías previó un tiempo después del juicio cuando Dios se llegaría a su pueblo, perdonaría sus pecados y le cantaría: «El Señor […] se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos» (Sofonías 3:17). Como resultado, el canto de corazón del pueblo sería restaurado (v. 14).

Ya sea por nuestra desobediencia o por las pruebas de la vida, también podemos perder nuestro canto de alegría. Pero una Voz está cantando sobre nosotros melodías de perdón y amor. Escuchémoslo y cantemos con Él.

De: Sheridan Voysey