A Linus, de la tira cómica Peanuts, se lo conoce por su mantita de apego. La lleva a todos lados y no le da vergüenza. A su hermana Lucy le desagrada especialmente, y a menudo, intenta deshacerse de ella. La entierra, la convierte en una cometa y la usa para un proyecto de la feria de ciencias. Linus también sabe que debería depender menos de su mantita, y de vez en cuando la suelta, pero siempre termina volviendo a ella.

En la película La Navidad de Charlie Brown, cuando un frustrado Charlie Brown pregunta: «¿No hay nadie que sepa de qué se trata la Navidad?», Linus, con su mantita de apego en la mano, se acerca al centro del escenario y cita Lucas 2:8-14. En medio de su recitación, cuando dice: «No temáis», deja caer su manta, a la que se aferraba cuando tiene miedo.

¿Qué tiene la Navidad que nos recuerda que no tenemos por qué temer? Los ángeles se aparecieron a los pastores y les dijeron: «No temáis; […] os ha nacido hoy […] un Salvador» (Lucas 2:10-11). Jesús es «Dios con nosotros» (Mateo 1:23). Tenemos su presencia misma a través del Espíritu Santo, el verdadero Consolador (Juan 14:16), así que no tenemos por qué temer. Podemos soltar nuestras «mantas de apego» y confiar en Él.

De: Anne Cetas