«¿Kumain ka na ba?» [¿Has comido?].
Esto es lo que siempre oyes cuando visitas muchos hogares en Filipinas, de donde soy. Es la manera de expresar interés y bondad a nuestros huéspedes. Y al margen de tu respuesta, tu anfitrión preparará siempre algo para que comas. Los filipinos creen que la bondad auténtica no es expresar el saludo estándar sino ir más allá de las palabras para mostrar verdadera hospitalidad.
Rebeca también sabía lo que era ser amable. Sus tareas diarias incluían sacar agua del pozo fuera de la ciudad y acarrear la pesada tinaja hasta la casa. Cuando el siervo de Abraham, que tenía mucha sed por el viaje, le pidió un poco de agua de su cántaro, ella no vaciló en darle de beber (Génesis 24:17-18).
Pero luego, hizo incluso algo más. Cuando vio que los camellos del visitante tenían sed, ofreció regresar de inmediato a sacar más agua para ellos (vv. 19-20). No vaciló en ayudar, aunque eso significara hacer un viaje adicional (o más) hasta el pozo y volver con un cántaro pesado.
La vida es dura para muchos, y a menudo, un pequeño gesto de bondad práctica puede alentarlos y levantarles el espíritu. Ser un canal del amor de Dios no siempre significa dar un sermón poderoso o fundar una iglesia. A veces, puede ser simplemente darle a alguien un vaso de agua.