Un esposo dijo: «No cuento con una esposa que crea en mí; ella me menosprecia y me humilla, he perdido la confianza y la seguridad que tenía. Me miro a mí mismo y dudo que sea la persona correcta para hacer crecer la empresa que tenemos. Muchas veces, lloro en silencio, pero la amo y quiero continuar hasta el final».
Este es el clamor silencioso de muchos que sueñan con ser admirados por la persona que han decidido amar. Pero la fuerza de la costumbre, la cercanía y el tiempo nos llevan a descuidar lo trascendental en toda relación de pareja: el respeto, la admiración mutua y las expresiones de afecto.
Otro cónyuge expresó: «¿Pero, para qué le voy a decir que la amo, si ella ya lo sabe?». Esta no es una frase propia de la conquista, es producto de una convivencia que se convirtió en rutina, la cual poco a poco fue matando los detalles fundamentales de una bella relación.
Todos los matrimonios tienen tiempos malos, en los que se piensa: «no deberíamos habernos casado», pero eso no significa que sea cierto, es solamente que estamos pasando un momento de crisis. Es necesario superar los momentos difíciles, no tomar decisiones en medio del desánimo, y comprender que este sentimiento pronto pasará. Todos tenemos la capacidad de amar y de dejarnos amar, el secreto está en volverlo a intentar para restablecer la conexión.
Nuestra propia responsabilidad
Para convertir el matrimonio en una aventura emocionante, debemos comenzar con nosotros mismos. Si nos convertimos en personas alegres, llenas de paz, agradables y con las que sea grato vivir, será fácil construir un matrimonio emocionante. Esta actitud, invita a que la otra persona desee lo mismo.
Cuando trabajamos en nosotros mismos y mejoramos nuestra manera de pensar y de actuar, algo sucede, nuestro crecimiento individual trae beneficios a nuestra relación de pareja; apreciamos los pequeños detalles, reímos juntos y somos más agradecidos. Esto hace que pasar tiempo juntos y tomarnos de la mano sea una experiencia gratificante y, de paso, anhelada.Construir un matrimonio emocionante, donde disfrutamos ser los mejores amigos, no es cuestión de suerte, sino de esfuerzo, perseverancia y de desarrollar la habilidad de la creatividad y los detalles.
Superando la crisis
¿Por qué se producen tantas rupturas en los matrimonios? Porque creemos que el amor crece solo, y esto está lejos de la verdad. El matrimonio requiere compromiso y dedicación. El matrimonio es el punto de partida para construir juntos un proyecto, en donde la amistad, el respeto y la entrega son indispensables.
Al matrimonio no lo sostienen las emociones, porque estas son fluctuantes; la base del matrimonio se encuentra en la convicción de que lucharemos por sostenerlo en el tiempo.En los últimos 20 años, el matrimonio ha sido desvalorizado y subestimado. La decisión de amar y la entrega mutua, se han cambiado por el individualismo y el egoísmo, se olvidan los buenos momentos y las razones que los llevaron a estar juntos. En la última década, los divorcios de matrimonios que llevan menos de cinco años han alcanzado un promedio cercano al 20%.
Es cierto que hay varios momentos en la vida matrimonial que provocan conflictos en la pareja, pero no se debe subestimar la estabilidad que ofrece el matrimonio. Investigaciones aseguran que los individuos casados se suicidan menos y tienen un cincuenta por ciento menos de depresión. Esto revela la importancia que tiene el matrimonio. Saber que tenemos una familia que nos da sentido de pertenencia, nos provee seguridad y confianza; nada otorga más felicidad que tener un matrimonio estable.
Estudios sobre la vida en sociedad demuestran que una necesidad fundamental de todo ser humano es sentirse amado y vivir en un entorno que le provea seguridad. Todos necesitamos sentirnos protegidos y cuidados por nuestra familia. La seguridad la provee la certeza de que estamos viviendo una relación estable y fundamentada en el compromiso y la dedicación mutua.
Por eso, conviértase en una persona con la cual sea emocionante vivir, el matrimonio añade beneficios y crecimiento a su vida, merece su esfuerzo; el secreto esta en nosotros mismos. Provea admiración y expresiones de afecto en su matrimonio, esto lo hará emocionante.