“¿Qué debo hacer en caso de sospecha de consumo por parte de mi hijo?”

Cuando alguno de los padres o cualquier otra persona sospecha de algún familiar que esté consumiendo, conviene mostrarse comprensivo pero firme ante el rechazo de la acción.

Apuntaremos a dialogar, a dar la importancia justa y creer lo que se ve; porque muchas veces cuando un joven cambia su comportamiento, la familia tiende a calificarlo como “drogón”, y aunque hubiera estado en su mente la idea de consumir, lo único que se logra con esta actitud de juicio es empujar al joven en la decisión tomada.

Otra sugerencia es supervisar sin presionar, maltratar o sugerir, con el comportamiento, que desconfiamos del joven. Es importante no tratar el tema frente a terceros, para no humillar a la persona, y que no se le estigmatice.

Hay que demostrar preocupación y no enojo frente al tema. Es tan importante, como lo ya dicho, no juzgar, no dramatizar ni magnificar el consumo y no agobiar con reproches. Pero tampoco negar la evidencia, ocultar información, encubrir o creer que es algo que va a solucionarse solo. Y, sobre todas las cosas, buscar ayuda de un consejero o profesional experto en adicciones, no a alguien que quiera opinar sobre adicciones.

“Encontré droga en las pertenencias de mi hijo, ¿qué hago?”

Primero es importante definir qué tipo de droga encontró y la cantidad. Luego acudir a un consejero que le ayude a buscar los recursos óptimos para la situación. Recuerde que en este tipo de temas 2 + 2 no es 4. Si bien existen caminos más recomendados y otros que no son tan apropiados, cada paciente es muy particular. Lo que sí es importante es secuestrar la droga; es decir, sacarla de donde la encontró, y destruirla.

Vuelvo a mencionar la importancia de hablar con su hijo con mucha tranquilidad, por más que él se enoje por “haberse metido en sus asuntos”. Este es un discurso muy común entre los jóvenes como mecanismo defensivo, para tratar de desviar el curso de la conversación.

Sugiero la asistencia de su hijo a un terapeuta especializado en el tema. Muchas veces el joven insistirá en su capacidad de salir solo, y a esto se le sumará la negación de los padres y su poca tolerancia a la frustración en este tema, por lo que querrán creer estas hermosas palabras y dejarán el tema en una “muy hermosa charla de padres e hijos”. Pero, lamentablemente, las probabilidades de que el joven no recaiga más, si no se tienen todos los recaudos ya nombrados, son muy pocas, y solo se logrará hacer más crónico el consumo, con un peor pronóstico en cuanto a la calidad de vida futura. Se debe comprender que se está ante una persona con un problema, no ante un problema.

Debemos comenzar a dedicarle más tiempo y atención; recuerde que lo que cuenta es el tiempo de calidad concentrado en su hijo.

Tampoco es útil desesperarse, ni ser paranoicos frente al tema. Y mucho menos cuando se trata solo de marihuana de reciente inicio de consumo, no así los de larga data de consumo.
Si nuestro comportamiento se transforma en una dictadura y un acoso a su privacidad, el joven identificará nuestra imagen como no contenedora, y solo se alejará de nosotros con una mayor tendencia a seguir consumiendo.

¿Qué hay de la internación y cuándo es necesaria?

No son pocos los padres que solicitan tratamiento para sus hijos, y llegan a la consulta con la condición de que deben internarlos. Esto muchas veces no es debido al conocimiento que los padres tienen acerca de la adictología, sino más bien a un desborde familiar que el joven produce en el hogar, y lo que se busca es aliviar la situación lo más pronto posible, consciente o inconscientemente.

Es importante aclarar que la internación no cura si no se lleva un proceso adecuado. Entonces, si se realiza una internación es necesario entender que se trata de algo de larga data, a menos que sea solo para desintoxicación.

En la mayoría de las internaciones los padres están confiados en que se modificará la conducta de sus hijos, y cuando estos salen, ven con agrado que los mismo responden satisfactoriamente y que adquirieron un nuevo comportamiento. Pero si el trabajo no fue completo la ilusión comienza a desvanecerse entre los 3 a 6 meses de la nueva convivencia, donde se acaba el estímulo recibido, y ahora estamos exactamente en el mismo medio donde se generó al principio la adicción. De ahí que la pregunta es: ¿por qué no se volvería a generar?

La internación es muy útil en el caso que el programa sea completo, con un curso de psico-educación incorporado. Por otro lado, es muy útil en los casos en que el paciente no tenga elementos de contención familiar o de amistades que puedan hacerse cargo. En estos casos, al no haber otros recursos, entonces sí recomendamos la internación.

¿Los adictos se curan o serán siempre adictos?

En este tema mi opinión es diferente a la de muchos profesionales. Si no aceptara que las personas pueden cambiar, se me haría muy difícil seguir en esta profesión.

En mi opinión, las personas son lo que son y no lo que hicieron. Si alguien me dice que durante diez años de su vida fue alcohólico, pero que ya hace diez que está sobrio, entonces no lo categorizo como alguien “alcohólico”, sino como alguien que pasó por esa alteración del comportamiento y que ya no lo hace más.

Si se debiera categorizar a las personas por lo que hacían en su pasado, entonces un delincuente que se rehabilitó en la cárcel tendría que presentarse ante la sociedad como un ladrón en rehabilitación, o como un asesino en rehabilitación, o como un pedófilo en rehabilitación… por lo que su vida social estaría muy limitada y muy discriminada.

La connotación social que implica que a una persona se la llame “adicta”, más allá del tiempo que no consume, empuja a la persona a tener una excusa para poder volver a consumir; “como soy un adicto y los adictos consumen, yo puedo hacerlo”.

Es cierto que la frase completa es adicto en rehabilitación, pero de la misma manera deja pendiente el fantasma y la posibilidad de excusarse en su “enfermedad”, no es su “decisión”.

Es por eso que creo que las adicciones se curan. Pero de la misma manera que alguien que tuvo un infarto de corazón debe tener precauciones, o que alguien que sufrió neumonía debe cuidarse del frío, así el ex adicto deberá siempre cuidarse de los lugares y de las situaciones que generaron que comenzara a consumir.