Los Crood, una familia de cavernícolas en dibujos animados, creen que «la única manera de sobrevivir es si la manada [su pequeña familia] permanece junta». Tienen miedo del mundo y de los demás, así que, mientras buscan un lugar seguro para vivir, están llenos de temor porque descubren que, en la zona que eligieron, ya hay una extraña familia. Pero al tiempo, aprenden a aceptar las diferencias de sus vecinos, aprovechar sus puntos fuertes y sobrevivir juntos.
Relacionarse con los demás puede ser arriesgado. Sin embargo, Dios puso a su pueblo en un cuerpo, la Iglesia, para bien. En la comunión unos con otros, crecemos en madurez (Efesios 4:13). Aprendemos a depender de Él para que nos ayude a tener «humildad y mansedumbre», y a ser «pacientes» (v. 2). Nos ayudamos unos a otros al edificarnos mutuamente «en amor» (v. 16). Cuando nos reunimos, usamos nuestros dones y aprendemos de otros, lo cual a su vez nos capacita para nuestro caminar con Dios y nuestro servicio a Él.
Busca la guía de Dios y tu lugar en su pueblo, si es que aún no lo encontraste. Al compartir el amor, honrarás a Dios y te parecerás cada vez más a Jesús. Que todos podamos depender de Él mientras nos relacionamos con Jesús y los demás.
De: Anne Cetas