«Lamentablemente, tuvimos una conversación dura —dijo Silvia—. Aunque no fue agradable, sentí que debía hablar de sus actitudes y acciones, para que no lastimara a otros». Hablaba de la joven a la que discipulaba. A pesar de la incomodidad, dio buen resultado y fortaleció la relación. Semanas después, ambas mujeres lideraron un tiempo de oración con el tema de la humildad.

Sin duda, enfrentaremos conversaciones duras con hermanos en Cristo. En Proverbios, un tema repetido es la importancia de la humildad al indicar y recibir correcciones. Además, a la crítica constructiva se la llama «amonestaciones de la vida» y produce sabiduría verdadera (Proverbios 15:31). En Proverbios 15:5, leemos que el necio desprecia la disciplina, mientras que los que aceptan la corrección muestran buen juicio. Dicho sin vueltas: «el que aborrece la corrección morirá» (v. 10). La verdad dicha con amor puede restaurar una relación.

¿Conoces a alguien a quien habría que expresarle palabras de amonestación con amor? Quizá te hayan aconsejado sabiamente y te sentiste tentado a reaccionar con enojo e indiferencia. Descartar la disciplina es despreciarse a uno mismo, pero aceptarla trae entendimiento. Que Dios nos ayude hoy a indicar y recibir corrección con humildad.