Cuando pequeños negocios en Tennessee fueron cerrados abruptamente en un intento de detener la COVID-19, los dueños se preocuparon por sus empleados, los alquileres y la forma de sobrevivir a la crisis. En respuesta, el pastor de una iglesia cercana a Nashville propuso la iniciativa de proveer dinero en efectivo a los afectados.

«Sentimos que no podemos cruzarnos de brazos mientras reunimos fondos para cuando llegue una época de vacas flacas si a algunos ya se les enflaquecieron», explicó el pastor a otras iglesias de la zona, alentándolas a sumarse al esfuerzo.

Si bien es natural que nos ocupemos primeramente de nosotros mismos, la Escritura nos insta a mirar siempre más allá de nuestras necesidades, para ver cómo servir a otros y ser generosos. Proverbios 11 nos recuerda: «Hay quienes reparten, y les es añadido más […]. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado» (vv. 24-25).

¿Están las vacas súper gordas en tu vida hoy? Mira alrededor para ver si hay alguien en el mundo a quien se le enflaquecieron. Las bendiciones que Dios te ha dado se multiplican cuando las compartes generosamente con otros. Una mano abierta es una manera maravillosa de brindar esperanza y recordarles a los que sufren que Dios los ama.

De: Cindy Hess Kasper