¿Cómo podemos las mujeres enfrentar esta realidad para disfrutar de ser mujeres, y encontrar la plenitud en la maternidad?
Reconozca su valor. Antes de hablar de madres, es preciso recordar que somos mujeres, y que antes de ser mujeres, somos personas, es decir, la pieza más importante de la creación de Dios. Por eso, a pesar de las dificultades, nunca debemos olvidar lo valiosas que somos; hay que creerlo, vivirlo, sentirlo, sencillamente disfrutarlo.
Reconozca sus virtudes. Sabemos, que por naturaleza divina, cada madre es apasionada, genuina, poseedora de una inmensa capacidad, para cuidar, acompañar, luchar, sembrar, cosechar, sugerir, defender y ayudar en la elección de lo correcto a esos hijos que se le encargaron. Sin importar las diferentes características físicas que posea: rubia, morena, alta, baja, gruesa o delgada, del norte, del sur, del este o del oeste, descubrimos que hay un impulso especial guardado en nuestro interior que es digno de admirar.
Sane los recuerdos y el pasado. Es nuestro deseo, motivar a todas las madres, a que rompan entonces con los esquemas negativos que guardan en su memoria o cualquier tema que las ha tratado de paralizar o debilitar como mujeres y como madres. Permita, por el contrario, ya sea por sus propios hijos, esos que cargo en su vientre o los que ha tomado como suyos, recapacitar en todo eso que hasta el día de hoy ha logrado vencer y siga caminando por el mundo con la mirada en alto, con una perspectiva clara de su buen trabajo como persona, como mujer y como profesional al cosechar el fruto de su esfuerzo y amor.
No se rinda frente a las dificultades. Es normal que haya pasado en algunos momentos por el desánimo o que sienta que nadie valora lo que hace, siga adelante dese ánimo usted misma. Que cada etapa superada sea un logro más en su record personal, porque lo que hace es muy importante y valioso tanto fuera como dentro del hogar. La vida nos muestra siempre otro rostro, solo tenemos que descubrirlo, conocerlo, enfrentarlo y adaptarnos al cambio. Si siente que la rutina le ahoga, saque esa capacidad creativa para hacer los cambios correspondientes y mejorar el ambiente, ¡usted puede lograrlo!
Tenga esperanza. Algunos temores que enfrentan las madres en el trabajo de educar a sus hijos, es la duda ante el conocido proverbio: “instruye al niño en su camino, y aun cuando fuese viejo no se apartará él”. No dude que verá el fruto de todo eso que ha sembrado, aunque a veces vea lo contario no se debilite.
Acepte los errores, pida perdón y deje ir la culpa. Indudablemente hay momentos de agotamiento donde usted misma sienta que lo ha hecho de manera equivocada, no se rinda, siga aprendiendo.
Lleve a sus hijos a la independencia paulatina. Observe bien a cada uno de sus hijos, recuerde que tienen sus propias características, son personas independientes, no son su extensión. Ellos elegirán su destino, por eso no debemos proyectarnos en ellos. Mírelos como esas personas especiales independientes que han puesto en sus manos para guiarlos por un período determinado de tiempo. Ámelos y apóyelos, con esa energía interior que le caracteriza, recuerde que los valores morales que les ha transmitido florecerán en el tiempo oportuno.
Enseñe valores a sus hijos. Siga promoviendo el respeto, la cooperación, la comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común de ellos en la sociedad en la que se desenvuelven, está será su marca personal, que quedará como legado para este mundo en ellos y en lo que hacen.
No se olvide de sí misma. Al avanzar en el tiempo y llegar a la etapa de tener hijos adultos, no dude en replantearse y tener una nueva motivación que incluya un tiempo especial para usted, y crecer en todo aquello que había dejado de lado, es tiempo de avanzar, tiempo de seguir conquistando.
Para una madre es muy importante no solo reconocer sino creer lo valiente que ha sido, lo especial que es en su rol femenino. Esto equivale a encontrar la paz total no solo para su corazón en todo lo que hace en casa o fuera de ella, en disfrutar de sus hijos, amándolos y aceptándolos como son, para acabar las luchas contra la corriente cultural y seguir avanzando segura de su gran aporte y cumplimiento de su propósito en la vida en todos los ámbitos.
Por eso, queremos motivarle a detenerse a meditar en el siguiente mensaje legado de la madre Teresa de Calcuta, quien estaba segura de esa valentía que todas tenemos y que nos da la capacidad de seguir avanzando sin detenernos a pesar de las luchas diarias.
Mujer nunca te detengas
Siempre ten presente que la piel se arruga,
El pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia; tu fuerza
Y tu convicción no tienen edad
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida,
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue, aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el acero que hay en ti.
Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el batón. ¡
Pero nunca te detengas!
Madre Teresa de Calcuta.