Un empleado de un banco alemán estaba transfiriendo 62.40 euros de una cuenta de un cliente, cuando accidentalmente se durmió sobre su escritorio. Mientras dormitaba, su dedo quedó presionando el número 2 del teclado, lo que resultó en un depósito de 222.000.000 de euros en la cuenta. Aunque el error se detectó y se corrigió, el lapsus del somnoliento empleado casi se convirtió en una pesadilla para el banco.
Jesús les advirtió a sus discípulos que si no permanecían alertas, también cometerían un error costoso. Los llevó a orar a un lugar llamado Getsemaní. Mientras oraba, Jesús experimentó un dolor y tristeza como nunca antes había sentido en su vida terrenal. Les pidió a Pedro, Jacobo y Juan que permanecieran despiertos para orar y velar con Él (Mateo 26:38), pero se durmieron (vv. 40-41). No velar ni orar los dejaría indefensos cuando se les presentara la tentación de negarlo. En la hora de mayor necesidad de Cristo, los discípulos no estuvieron espiritualmente alertas.
Prestemos atención a las palabras de Jesús de mantenernos espiritualmente alertas, dedicando más tiempo a estar con Él en oración. Al hacerlo, Él nos fortalecerá para que resistamos toda clase de tentaciones y evitemos el costoso error de negar a Jesús.
De: Marvin Williams